¿Cómo hacer un buen examen?

Sabemos que te preocupa fallar, por eso te enseñamos a prepararte antes de tu examen para que te asegures de hacerlo bien.

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Hacer un buen examen comienza por dedicar un tiempo de calidad a su preparación y a las jornadas de estudio.

Sigue esta breve guía para superar con éxito tus siguientes exámenes y revisar la manera en la que estudias.

Es muy importante que, durante el examen, seas capaz de redactar tus ideas con calma y distribuir bien el tiempo que tienes para realizar la prueba. ¡Qué temidos y ansiosos son los días previos a un examen y cuántos errores cometemos las semanas previas y prometemos no volver a realizar jamás!

En la mayoría de ocasiones, la confianza excesiva, dar por seguro que dominamos algunos conceptos o no usar el método debido para cada tipo de materia o examen, pueden ser algunas de las causas que perjudiquen el resultado final de nuestra prueba.

Los conocimientos adquiridos son importantes de cara al examen, pero el resultado final del mismo depende de muchos factores que se deben aprender a controlar.

10 claves que pueden garantizar un resultado óptimo en cualquier examen

1) Preparación: Seguir un proceso de aprendizaje activo y programado, ajustado también al tipo de examen —test, escrito, oral, práctico—. Dedicar la víspera a repasar, reforzar y afianzar.

2) Autoevaluación: Diseñar, buscar y realizar ejercicios y exámenes muy similares al que se vaya a realizar, ajustando tiempos, revisando las respuestas y aprendiendo de los errores.

3) Convicción: Creer en nuestra propia capacidad, valorar nuestros conocimientos y la adecuada preparación y, por supuesto, confiar en nuestra competencia para realizar la prueba adecuadamente.

4) Nervios: Llegar descansado, con tiempo suficiente, con el material necesario. Antes de empezar, intentar no repasar, ni hablar del examen y evitar a los compañeros nerviosos.

5) Tiempo: Conocer, distribuir y controlar el tiempo disponible para realizar toda la prueba, y para responder a cada pregunta. Leer, planificar, escribir, revisar.

6) Autocontrol: Centrarse en pensamientos positivos. Si nos quedamos en blanco la tranquilidad nos ayudará a recordar y siempre podemos pasar a la pregunta siguiente y retomarla después.

7) Precisión: Seguir las instrucciones, leer atentamente los enunciados y la información que nos proporcionan. Conocer el valor de cada pregunta y el sistema de puntuación.

8) Respuestas: Ajustarse a lo que piden. siguiendo estas pautas: Resume, define, esquematiza, compara, desarrolla… Y si es posible, no dejar cuestiones en blanco, responder al menos con alguna idea, un esquema.

9) Presentación: Cuidar el contenido, estructura, rigor, la forma, caligrafía, ortografía, gramática y la presentación, de manera que se facilite la corrección al examinador.

10) Revisión: Releer, revisar y repasar todo el contenido antes de entregarlo. Confirmar que se ha respondido correctamente. Si es posible, ir a la revisión posterior del examen para aprender. Los ejercicios de evaluación son un reto y una oportunidad de aprendizaje. También son una ocasión para demostrar que se han adquirido, asimilado e interiorizado una serie de conocimientos que probablemente tendremos que aplicar después en entornos reales.