Relájate antes de tu examen

Presentarse a un examen puede provocar situaciones de estrés o ansiedad que pueden derivar en malos resultados finales si no sabemos cómo controlarlos.

como-hacer-un-buen-examen

Si estás leyendo esto, seguro que eres de los que los nervios se apoderan de tu mente y te traicionan a la hora de realizar la prueba. A continuación te damos unos trucos para aprender a manejar los nervios y mantener a raya el estrés y la ansiedad.

No estudiar el día antes: No nos referimos a no esperar al último día para estudiar sino a que el día antes del examen solo aproveches para repasar lo ya aprendido y no conceptos nuevos.Si eres de los que se pone nervioso, tu cerebro no estará preparado para asimilar nuevos conocimientos que intentes aprender ese día.Acude al examen con la mente fresca y despejada para poder concentrarte en la tarea.

Realiza ejercicios de respiración: Para cualquier situación de estrés y ansiedad el saber controlar la respiración te ayudará a relajar. Cuando se dé una situación de estrés inhala aire por la nariz y expúlsalo por la nariz o boca poco a poco. Repite las veces que sea necesario.

Realiza simulaciones: Si te presentas a un examen oral o tienes que defender ante un tribunal un trabajo, puede ser buena idea que simules antes esa situación. Ensaya tu discurso, los tiempos, anticípate a posibles preguntas que te pueden hacer y familiarízate con este tipo de exámenes. Así el día “d” no será tan traumático ni estarás tan nervioso.

Realiza ejercicio: El deporte ayuda a controlar los niveles de estrés en el cuerpo al liberar tensión muscular con su práctica. Además, te ayudará a despejar la mente y a no pensar constantemente en el examen o en lo que te queda por estudiar.

Cuidado con la cafeína: No atiborres tu cuerpo de cafeína antes de ir a un examen y, mucho menos, la noche antes. Tu cuerpo debe estar descansado y tu mente despejada para poder afrontar correctamente el examen. Duerme mínimo 8 horas la noche antes.

Vigila la alimentación: Esta es una regla que deberías llevar a cabo todos los días, pero sobre todo los días previos y el día del examen. No acudas a un examen con el estómago vacío. Intenta desayunar o comer adecuadamente para que tu cerebro tenga los nutrientes que necesita para funcionar al 100%.

Lee el examen: Una vez en el examen tómate un tiempo para leer todas las preguntas y asegurarte cuáles son las que mejor llevas preparadas para empezar por esas. Esta técnica te ayudará a afrontar las preguntas más dudosas de otra manera y sin tantos nervios.

Sé positivo: Intenta no ser negativo y no pienses que vas a suspender antes de hacer el examen. Hay que mantener una actitud positiva y visualizar el aprobado. Piensa que la mente tiene un gran poder y si te empeñas en que no sabes o no puedes aprobar, al final tu mente se bloqueará y suspenderás.